¿Quién no se ha tomado un helado en estas vacaciones? puede que estes a dieta y no hayas podido saborear gustosamente este apreciado postre. Aún así los hay bajos en calorías. Pero es que el helado es milenario. Su directo antepasado fué el sorbete, historiadores que se han preguntado por su origen datan al helado antes de la Cristo. Concretamente en la civilización china ya se fabricaban helados con hielo y nieve de las montañas mezclado con frutas, miel y especias. Se sabe también que el emperador romano Nerón mandaba traer nieve de los Alpes para que sus cocineros preparasen este rico manjar culmen del vomitorio. Los árabes también comían helado y se llamaba Charet, consistía en un concentrado de frutas parecido al sorbete. O los turcos, que de esta misma manera añadían especias como la rosa. La inaccesibilidad a la nieve hacía del helado un producto de lujo que no se comenzó a fabricar de forma multitudinaria hasta el siglo XVIII.
Pero el helado que hoy día disfrutamos nace en Francia en esa misma anterior fecha. Un cocinero de la corte francesa añadió a la antigua receta un ingrediente más, la leche. Así hacía que su sabor se potenciase siendo aún más dulce. Con esta nueva fórmula el rey inglés Carlos I hizo de este alimento un privilegio de la corona. El problema era el conseguir el ingrediente base de la mezcla, el hielo, y concretamente la fórmula que hiciese del preparado una masa fria y suave a la vez. Para enfriar utilizabn dos recipientes que solían estar hechos de madera o de estaño. Se metía uno dentro del otro metiendo en el primero los ingredientes y en el espacio que quedaba entre el pequeño y el grande contenía sal y hielo (nieve) el cual se conservaba en pozos subterráneos cubiertos de paja y madera de roble. Una vez cerrado el recipiente se le daba varias vueltas hasta conseguir un meravilloso helado.
Pero fue Procopio quien en 1660 inventó la máquina maravillosa. Como la imprenta es al escrito la difusión, el invento de Procopio hizo popular el veraniego y refrescante postre. Este cocinero francés en su café Procope servía su tan conocido helado. Hasta que en 1846 comenzaría su industrilización, pues la americana Nancy Johnson ideó la primera heladería automática. Con ello todo el mundo disfrutaría de un delicioso sabor cremoso metido en una galleta con forma de cono, pero en los felices años veinte de Ohio, Harry Burt cambió su soporte por el de un palo, naciendo así el famoso polo revolucionando el mercado.
A demás el helado es un alimento sano. Todo niño quería ser operado de amígdalas para poder comer helados durante las 24 horas del día. Metido en Tarrinas de cartón o plástico, a quien no se le hace apetecible uno en una noche como esta.
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